Caminar la palabra,
O estar distraído
para tener concentración,
Ese es mi problema.
En la quietud encuentro calma, paz. todo está bien, entonces la mente se calma o se adormece, las palabras simplemente no se dan.
Abandono esa calma casi por obligación, y acá estoy, deambulando por la ciudad, vacío, vacante, vagante.
Solo unos cuantos rondando por ahí, mientras la mayoría se confina.
No extrañaba el aire, ya lo siento pesado y lleno de humo de auto, es bastante molesto, solo la costumbre me protegía de esta molestia.
No extrañaba el cielo, prefiero las noches a los días soleados, seguramente por eso mi habitación no tiene ventanas, y me gusta así.
Tampoco extrañaba la gente, hay poca y aún así me parece demasiada.
Al parecer lo único que extrañaba era moverme, caminar, para que la mente ande y pueda sudar palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario