La fé se fue por el piso, tan fuerte que me arrastró con ella, me llevó a las entrañas mismas de la tierra, al inframundo, al infierno.
Allí, en la oscuridad me estuve arrastrando, en el fondo del pozo, en el punto donde todo es insoportable, la vida perdió sentido, hasta que sí, estuve a punto, a muy poco, cómo hace mucho no estaba.
Frente a frente con el fin, me llamaba, me decía que el momento era ese, que había llegado; y la verdad, le estaba creyendo.
A la deriva me lancé, me dejé llevar de la corriente, del cotidiano, del hastío y de la inexistencia de probabilidades, terminal, desahuciado.
Entonces en medio de los bucles, encuentro tus palabras, por fortuna pude escuchar y entender y me liberaste, cosa que te agradezco, sí, a ti te agradezco.
Entonces, sucedió, por fin la mente siguió su camino, llegan de nuevo las ideas y las comprensiones, del mismo modo como los hombres nunca logran sus objetivos, del mismo modo que sus revoluciones solo son una historia de fracasos, errores y estupideces; de esa misma forma se creen tan importantes y poderosos cómo para destruir el mundo, el cual ha sobrevivido a los anteriores finales, al Año 1000, al 1666, al 2000 y 2012, y de la misma forma que incomprendemos todo, este no será el fin, sólo un giro en la historia, un momento de entrada, para aprender algo, por lo menos una cosa.
Manizales 21/03/2021
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