El camino al infierno está lleno de buenas intenciones.
En nuestros sueños de cambio y revolución sólo hemos engendrado monstruos; éstos, cómo dioses griegos se alimentan de sus propios hijos.
Buscando libertad sólo hemos sido cada vez más esclavos,
Y en lo que llamamos fe sólo generamos creencia ciega y abnegación.
Y también lo peor de todos los males:
Creer mentiras o por lo menos crear realidad en objetos virtuales, Creados por nosotros
Cosas cómo: dinero, tiempo, Estados nacionales, clases sociales: todas mentiras que sólo alimentan egos y ambiciones personales.
Esclavos de nuestras mentiras, viviendo en deseos que no se pueden satisfacer. Aferrados a un supuesto progreso que no es más que mezquindad.
Nos creemos mejores y ni siquiera sabemos qué es ser buenos, condenados a ser nosotros mismos cuando en realidad nada nos obliga a ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario