Dudo que valga la pena (tal vez sea porque dormí muy mal, o porque sigo dolido), todo lo que llaman realidad, toda esta conjunción de micro-relatos, cada quien jura y mata que tiene la razón, y algunos la declaran universal, ¿Qué de universal pueden tener la malinterpretaciones de un puñado de simios mutados? Unos cuantos bípedos abandonados en una mota de polvo que está colgada en un rayo de luz en una pequeña estrella ubicada en un rincón del universo (tan bello Carl). Un puñado de simios sin memoria, que apenas puede suponer lo que pasó antes y peor aún, cuando algunos se dan a averiguar, el resto no les creen y prefieren creer en invisibles y no probables, en cuentos de hadas, en supuestos asumidos. No, mis queridas creaciones del señor ( tamaña pendejada) nadie nos creó, no somos el fruto de un impulso, no venimos de la voluntad de nadie, a menos que ese alguien fuera pésimo creando, porque mal hechos y nosotros, simios hiper parlantes, somos un paso más en la vieja historia del cambio y la conexión de átomos, no somos la cúspide de nada, ni el plan final, ni hay ruta de crecimiento, esto no va, solo es, no es un estado ni un momento, es la eternidad del siempre. La incansable sucesión del eterno cambio.
Manizales diciembre 20 de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario