Y el tiempo del caos se extiende,
vuelven las muertes que nunca se fueron,
los pinchazos furtivos,
la desconfianza y el miedo.
Todas y cada uno hijos del odio,
de la idea de los superiores y merecedores,
esos que se dedicaron desde siempre
a decir para que otros hagan.
Y se volvió culpa de todos,
de los que dicen,
de los que hacen.
Entonces el cambio será comprender que
no solo ellos pueden decir,
y además,
no estamos obligados a hacer.
El "no mas" se hace urgente, necesario, imperativo.
Tal como Prometeo le robó el fuego a los dioses,
Tendremos que robar la palabra a los tiranos,
Para devolverla a su verdadero dueño,
Los más, que creemos son los menos,
Los más, que más aguantan,
Los más, que ya no aguantan más.
Manizales 24/01/2020
vuelven las muertes que nunca se fueron,
los pinchazos furtivos,
la desconfianza y el miedo.
Todas y cada uno hijos del odio,
de la idea de los superiores y merecedores,
esos que se dedicaron desde siempre
a decir para que otros hagan.
Y se volvió culpa de todos,
de los que dicen,
de los que hacen.
Entonces el cambio será comprender que
no solo ellos pueden decir,
y además,
no estamos obligados a hacer.
El "no mas" se hace urgente, necesario, imperativo.
Tal como Prometeo le robó el fuego a los dioses,
Tendremos que robar la palabra a los tiranos,
Para devolverla a su verdadero dueño,
Los más, que creemos son los menos,
Los más, que más aguantan,
Los más, que ya no aguantan más.
Manizales 24/01/2020
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