Y en estos laberintos de viento frío,
De nubes y niebla,
Tan opaco que logras ver lo que piensas,
Y es temible.
Estar perdido en tierra propia,
En el suelo que se supone propio.
Este camino recuerda mis pasos,
Desde siempre,
Incontables son ya mis huellas,
Casi tatuadas en la tierra.
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